El TPU paint protection film, también conocido como PPF o película de protección de pintura termoplástica, es un tipo de revestimiento protector que se aplica a la superficie pintada de vehículos como automóviles, motocicletas, yates y aviones. 

Este tipo de película está hecha de poliuretano termoplástico (TPU), un material extremadamente durable y flexible. La película TPU PPF tiene un grosor que va desde 50 micras, en las versiones más delgadas, hasta 200 micras o más en las versiones más gruesas. Se aplica directamente sobre la pintura del vehículo, formando una segunda piel protectora.

La principal función de esta película es proteger la pintura original del vehículo de posibles daños causados por impactos de pequeñas piedras, gravilla, arena, abrasiones menores e incluso algunos químicos. Debido a que es resistente y elástica, la película TPU absorbe el impacto y evita que el acabado de pintura se raye, astille o desconche. Esto ayuda a mantener el vehículo como nuevo durante más tiempo.

La instalación de la película PPF requiere un trabajo meticuloso y cuidadoso por parte de un técnico especializado. La superficie debe estar perfectamente limpia y el aplicador utiliza solución jabonosa y un squeegee para eliminar burbujas y adherir la película de forma uniforme a los contornos del vehículo. Es un proceso que puede tomar varias horas o días, dependiendo del área de cobertura. 

Una de las principales ventajas de la película TPU sobre otros revestimientos como ceras o pinturas es que protege de forma permanente, mientras que los recubrimientos tradicionales requieren reaplicaciones periódicas. Además, su instalación no afecta el brillo, color o acabado de la pintura. Simplemente le da una protección casi invisible.

Actualmente, esta película PPF de TPU es el sistema de protección de pintura más completo para acabados de pintura. Tiene alta resistencia a impactos, entre 1800-2100 psi, que es más alto que muchos plásticos y pinturas. Su grosor también absorbe los impactos para proteger la capa de pintura. Además, por ser un material suave, evita el efecto de fricción que pueden causar las partículas transportadas por el aire.

Aunque la película TPU PPF resistente y flexible, no es indefinida, así que las piezas reemplazables de los paneles frontales se fabrican para que puedan reponerse con el tiempo cuando se dañen por el uso extremo. Con buen cuidado, la película PPF puede durar más de 10 años manteniendo el acabado pintura impecable.

Así que en resumen, esta película de protección de pintura de poliuretano termoplástico es una inversión ideal para proteger la costosa pintura de un vehículo de la gama alta. Puede aplicarse a toda la carrocería o solo a algunas zonas más vulnerables como faros delanteros, paneles, cantos, cofres, etc. Es 100% transparente, manteniendo intacto el brillo de la pintura y resiste el clima, la abrasión, golpes leves e incluso algunos productos químicos.